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Por qué el Internet de las Cosas puede impactar en los negocios de las pymes

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Se estima que para 2023 habrá más de 29.300 millones de dispositivos conectados a la red, casi el triple que hace seis años. Esta tecnología disminuye los tiempos entre producción y salida al mercado, y ayuda a que los procesos sean confiables.

El impacto de la tecnología atraviesa a todas las áreas de la vida cotidiana y la aceleración de la digitalización que planteó la pandemia puso en evidencia la necesidad de transformación de las empresas.

Con este marco de fondo, se viene hablando cada vez más del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la interconexión digital de objetos e internet, más allá de las personas. IoT describe la red de cosas que incorporan sensores, software y otras tecnologías para conectar e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas.

La expresión fue acuñada por el tecnólogo británico Kevin Ashton en 1999 para definir una red que no solo conecta a las personas, sino también a los objetos que las rodean. Dos décadas más tarde, este concepto se materializó, gracias al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y el incremento de la velocidad de las conexiones de internet. De hecho, para 2019 había 620 plataformas de IoT registradas en el mundo, más del doble de las existentes en 2015, de acuerdo al portal Statista. Y para 2023 existirán más de 29.300 millones de dispositivos conectados a la red, casi el triple que hace seis años (10.000 millones), según un estudio de Cisco.

La IoT promueve una economía basada en datos que se convierte en una herramienta para impulsar los negocios, incluso los de las pymes, dado que se puede aplicar en áreas como procesos productivos, comunicaciones, logística y seguridad, entre otros, con servicios basados en la telemetría.

“IoT puede ayudar a cerrar esta brecha que existe entre las operaciones de una empresa y el mercado. Pues no solo disminuye los tiempos entre producción y salida al mercado, sino que hace que los procesos sean confiables”, analiza Bárbara Grunert, Americas Territory Field Sales Engineer de Intel.

En este sentido, sostiene la ejecutiva, IoT tiene un valor estratégico a la hora de tomar decisiones, ya sea para el uso interno de una empresa (control y funcionamiento de planta, diseño de productos, procesamiento de datos y seguridad), así como de cara al público al facilitar el reconocimiento de la firma y la adquisición de productos por parte de los clientes, además de mejorar la experiencia del consumidor al poder entender qué buscan los usuarios.

Otras aplicaciones de la IoT pueden darse en los espacios gastronómicos donde es común en algunas cadenas de comida rápida ver que, a través de pantallas y dispositivos conectados, se informa el momento exacto de la entrega del producto, en supermercados y almacenes ayuda a la gestión, al registrar la cantidad de alimentos, su fecha de vencimiento, temperatura de las heladeras y hornos. En el sector agropecuario, por ejemplo, gracias a sensores instalados en los cultivos, los agricultores pueden recibir avisos de las condiciones que se presentan para la proliferación de plagas; en la salud, instituciones médicas que la utilizan para reducir los costos y facilitar el trabajo del personal, y en los comercios minoristas, por ejemplo, mediante el envío de ofertas personalizadas a un smartphone.

“Sabemos que para las pymes existe un reto aún mayor cuando hablamos de implementar tecnologías basadas en IoT. Esto debe verse como un obstáculo a ser superado con el objetivo de lograr una mayor rentabilidad de cara al nuevo mercado que se está construyendo tras el momento actual, algo más híbrido, más digital. Las pymes que incorporen en sus operaciones tecnologías innovadoras podrán navegar más fácilmente en esta nueva era”, cierra Grunert.

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