Toda persona que se dedique a los negocios puede, en paralelo a su labor habitual, invertir en startups con potencial de crecimiento. Cómo hacerlo. Cuáles son los criterios para tener en cuenta a la hora de elegir un proyecto en el que invertir.
En América Latina existen cerca de 24.000 startups y 34 unicornios, es decir, empresas de base tecnológica en etapa temprana de desarrollo que alcanzan una valuación de mercado de US$ 1.000 millones, de acuerdo al informe Latin American Landscape presentado por Sling Hub en septiembre de 2021. Este año, varios emprendimientos comandados por argentinos, como Ualá, Tiendanube, Vercel y Mural, alcanzaron esta categoría tras recibir capital a partir de diferentes rondas de inversión.
Ahora bien, ¿cómo puede una persona dedicada al mundo de los negocios comenzar a invertir en startups con potencial de crecimiento que podrían convertirse en los próximos unicornios? Cualquier empresario, directivo o individuo tiene acceso a formar parte del ecosistema emprendedor e inversor. Una forma de hacerlo es a través de un club de ángeles. A saber: los ángeles son inversores que aportan su propio capital para proyectos en etapas tempranas.

En la Argentina son varios los espacios de este tipo que ofician de una suerte de puente entre fundadores de startups con inversores. De acuerdo con el Estudio de la Industria de Capital Privado, Emprendedor y Semilla en la Argentina, presentado recientemente por la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), en el primer semestre de 2021 en el país se detectaron inversiones por US$ 9,8 millones en 27 transacciones en capital semilla y US$ 201 millones en 18 transacciones en capital emprendedor.
El Club de Inversores Ángeles del IAE Business School, fundado en 2005, fue pionero en la Argentina, replicando modelos exitosos de otros países, sobre todo de Estados Unidos, pero adaptándolo a la realidad local.
“Una persona interesada en ser parte del ecosistema, accede a través de una entrevista, se conocen sus intereses, su perfil en profundidad, firman documentos de confidencialidad, de conducta ética del club y que esté de acuerdo con las condiciones financieras”, explica Juan Martín Rodríguez, al frente del Club de Inversores Ángeles del IAE Business School.
En algunos casos, los clubes pueden cobrar una cuota mensual y en otros, además, un fee de inversión, que se calcula como un porcentaje sobre la inversión realizada. Siempre ayuda que haya una referencia, una persona vinculada al club que refiera al nuevo candidato, aunque no es un requisito exclusivo. “De hecho tenemos inversores de primera línea que no fueron referidos pero que tienen una participación excelente dentro del club”, dice Rodríguez.
El club organiza tres perfiles de eventos: la presentación de proyectos emprendedores con alto potencial -de ciertas características con algún componente de innovación, de escalabilidad, con buenos equipos atrás y que pasaron un proceso de selección previo- a inversores, eventos de networking que permiten generar sinergias entre los mismos ángeles y eventos de formación sobre aspectos técnicos.
¿Qué debe considerar un inversor a la hora de elegir una startup en la cual invertir? Según explica Rodríguez, el equipo es el principal criterio a la hora de elegir una inversión, más que el modelo de negocio. “Pero después, los criterios dependen del perfil del inversor. Hay perfiles muy variados en cuanto a sectores industriales, seniority, edad, ubicación geográfica. Por lo general, los ángeles quieren dar una mano en el día a día del proyecto. La inversión ángel no es pasiva, sino que se caracteriza por generar contactos, por poner al servicio del equipo emprendedor capacidad de gestión y experiencia. Habitualmente los inversores buscan proyectos cercanos a su industria de expertise y, muchas veces, cercanos geográficamente”, agrega.
Asimismo, el especialista destaca que contemplar criterios de innovación y escalabilidad son importantes a la hora de encontrar un diferencial, dado que se buscan proyectos que puedan multiplicar su valuación por diez en cinco años. “Si bien hay bastante dispersión para lograrlo, debe tener ciertas características de escalabilidad que permitan un retorno de esa magnitud”, explica.
Y hay otro elemento que hoy resulta importante mirar: que el emprendimiento tenga impacto social y ambiental: “Equipo, innovación, escalabilidad e impacto pueden ser los cuatro criterios centrales a la hora de decidir una inversión”, concluye Rodríguez.
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