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Financiarse con la Bolsa: cuáles son los instrumentos más comunes

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El mercado de capitales ofrece herramientas que las pymes pueden utilizar en función de sus necesidades, ya sea para financiar capital de trabajo, bienes de capital o proyectos de inversión, entre otros. Aquí te contamos cuáles son las ventajas.

El mercado de capitales ofrece varios instrumentos que las pequeñas y medianas empresas pueden utilizar para financiar capital de trabajo, proyectos de inversión o bienes de capital, entre otros. “Las pymes tienen varios productos con los que pueden financiarse a través de la Bolsa. Pueden hacerlo emitiendo cheques de pago diferido avalados (CPDA), pagarés, cheque de pago diferido directos, fideicomisos financieros, obligaciones negociables (ON) y facturas de créditos electrónicas”, enumera Sebastián León, VP Global Debt Financing – DCM Argentina en Banco Santander.

Los beneficios de acceder a este tipo de financiamiento para las pymes son varios. Algunos de ellos, de acuerdo a León, son la posibilidad de financiarse a mediano y largo plazo, la diversificación de acreedores y el alcance a mayor cantidad de inversores. También lo es el tema de costos: bajo costo de estructuración y están exentas del impuesto de sellos los actos, contratos y operaciones, así como del impuesto al valor agregado, las operaciones financieras, prestaciones relativas a la emisión, impuesto a las ganancias, los intereses, actualizaciones y ajustes de capital.

Según datos de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, las principales herramientas son:

Cheque de pago diferido (CPD):

Permite a las empresas que tienen cheques a cobrar en un futuro adelantar su cobro vendiéndolos en el mercado. Los CPD cuentan con dos sistemas de negociación: el patrocinado y el avalado. En el primero, las sociedades pueden solicitar la autorización para listar CPD que libren en favor de terceros. Tiende a estar más orientado a grandes firmas o a pymes con mayor facturación. En tanto, el avalado es exclusivo para pymes o personas físicas: la pyme negocia los cheques recibidos de sus clientes a través de una SGR.

Como señala León, los CPDA son uno de los instrumentos más usados. Durante el primer semestre, las pymes consiguieron financiamiento por $124.000 millones y los CPDA representaron el 66%.

ON:

Las ON son bonos privados que representan valores de deuda de la empresa que las emite. Las hay garantizadas (avaladas) y del Régimen Pyme CNV. Las primeras fueron diseñadas para facilitar los procedimientos para el ingreso y la permanencia en el régimen de oferta pública de las pymes. Las segundas son sugeridas para sociedades con buenos balances y pueden emitirse sin una garantía adicional.

Valores de corto plazo:

Pueden ser emitidos como ON simples o pagarés seriados, pero no podrán exceder el plazo de 365 días. En estos últimos, el monto mínimo por documento será de US$1.000 y el máximo de US$100.000, o su equivalente en pesos al tipo de cambio oficial vendedor.

Pagaré bursátil:

Puede librarse en pesos o en moneda extranjera por un mínimo de $100.000. El plazo es de entre 180 días y tres años. Tendrá que estar avalado por una SGR o fondo de garantía.

Fideicomiso financiero:

Las pymes, en forma individual o conjunta, pueden obtener fondos, separando determinados activos de su patrimonio y cediéndolos a un administrador en propiedad fiduciaria. A su favor tiene la posibilidad de asociación de pymes sectoriales o regionales para bajar los costos fijos y disminuir el riesgo.

Aliados en el camino del financiamiento:

El sistema bancario puede ser un aliado para ayudar a las pymes a financiarse a través de la Bolsa. Banco Santander, por ejemplo, ofrece la posibilidad de que las pymes accedan a financiamiento a través de ON. “El régimen simplificado se adapta a la realidad de las pymes, ya que no exige severos requisitos de información, pero sí una garantía. Para esto, Santander puede actuar como Entidad de Garantía de las Pymes”, explica León.

Como requisito, la pyme tiene que ser cliente de la entidad y debe tener una línea aprobada. La CNV va a pedirle los últimos tres balances anuales auditados y que cuente con el certificado pyme emitido por la AFIP.

Los principales inversores, asimismo, son las aseguradoras, dado que la industria del seguro tiene la obligatoriedad de invertir al menos el 5% de su cartera en pymes. “El desafío es seguir fomentando este mercado para que cada vez haya más inversores y, sobre todo, actores que inviertan de forma voluntaria”, concluye León.

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